La casa del arbol
En Udaipur, al norte de la India, dos hombres discutían sobre propiedades y los daños que acarreaban en la naturaleza las construcciones que en ellas se hacían.
Uno de los hombres, el Señor Singh, aseguraba que se podía mantener el valor de la propiedad de un determinado terreno sin necesidad de cortar sus arboles.
El otro hombre, dado que los arboles de ese terreno en cuestión limitaban la construccion por la distancia que había entre ellos, aseguro que era imposible lo que Smith exponía y reto a este a una apuesta.
Durante años, K. P. Smith se dedicó a construir la edificación en el propio árbol, respetando así la naturaleza del entorno, y demostrando así que su teoría era cierta.
El resultado final, una casa perfectamente adaptada a la estructura del árbol, aprovechando cada rama, y sin dañar la integridad del mismo.
Una perfecta casa en el árbol.
Uno de los hombres, el Señor Singh, aseguraba que se podía mantener el valor de la propiedad de un determinado terreno sin necesidad de cortar sus arboles.
El otro hombre, dado que los arboles de ese terreno en cuestión limitaban la construccion por la distancia que había entre ellos, aseguro que era imposible lo que Smith exponía y reto a este a una apuesta.
Durante años, K. P. Smith se dedicó a construir la edificación en el propio árbol, respetando así la naturaleza del entorno, y demostrando así que su teoría era cierta.
El resultado final, una casa perfectamente adaptada a la estructura del árbol, aprovechando cada rama, y sin dañar la integridad del mismo.
Una perfecta casa en el árbol.
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